Las iniciales de estas tres palabras, en vez de las de sus nombres propios Rafael, Carme y Ramón, perfectamente podrían haber sido elegidas para formar el acrónimo que da nombre al estudio-taller, RCR Arquitectes, fundado por estos tres arquitectos catalanes recientemente galardonados con el Premio Pritzker 2017.
Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta, tras graduarse en la ETSA Vallés de la Universidad Politécnica de Cataluña, decidieron volver a casa e instalar su taller en la antigua fundición industrial Barberí, en Olot (Girona), donde trabajan juntos desde 1988. El equipo ha abordado una amplia gama de proyectos que va desde bibliotecas a bodegas, desde crematorios a museos, sin olvidar viviendas unifamiliares o las sencillas y elegantes obras públicas; varios realizados en la comunidad catalana, en la que residen y trabajan, pero también ampliando fronteras llegando a Francia, Bélgica o Dubái.
Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta
“Tenemos que ser esponjas, para absorber con nuestro cuerpo y nuestra sensibilidad todo lo que el entorno en que trabajamos puede darnos. No es mirar, es ser capaz de ver. Y de experimentar, sentir y absorber” afirmaba Rafael Aranda, recientemente, en una entrevista concedida al diario El País tras recibir el premio.
Esta es la segunda vez que este importante premio recae en nuestro país -Rafael Moneo lo recibió en 1996-, si bien en esta ocasión cabe destacar la particularidad de ser compartido por tres profesionales, y ello porque este hecho, el trabajo colectivo formando equipos, es una de las principales características de nuestra profesión en los tiempos actuales.
El trabajo en equipo, desde sus comienzos, marca el devenir profesional de los arquitectos ahora premiados. También la influencia recibida desde un primer viaje realizado a Japón, allí asimilaron el concepto de la espiritualidad nipona así como nuevas formas de entender la profesión; desde entonces comparten la misma mesa y todas las fases del proceso creativo, sin duda, una de las características más destacables de la mayoría de sus trabajos.
El «trío de jazz» les llamó un crítico de arte británico para destacar con ello que sus trabajos nacen de una fluida conversación que va desde el origen hasta materialización de sus ideas. No les debió ser ajena esta denominación pues ellos mismos se la apropian, en alguna de las entrevistas que han realizado estos días, para definir su forma de trabajo.
Crematorio de Hofheide, Bélgica.
Para ellos la arquitectura es «el arte de materializar los sueños en un viaje de largo recorrido», y entienden este galardón como el despertar de un sueño cumplido, que no esperaban. En su trabajo confían en la dualidad, la complementariedad de las cosas, la creación de atmósferas y sentimientos que persiguen la belleza en continua relación con la naturaleza.
Casa Entremuros, Olot. Girona
La comprensión del lugar, la adecuada lectura del mismo, el programa, las necesidades son para ellos elementos esenciales de sus proyectos. Pensar el origen, entender el emplazamiento, los espacios, la relación de estos con sus entornos y llegar a la esencia, como método de trabajo.
Museo Soulages, Rodez. Francia
La búsqueda de la autenticidad de los materiales, tratando de utilizar el menor número posible de ellos, con la intención de encontrar la uniformidad matérica con diversos registros o matices que doten al espacio de su máxima expresión. Posando su obra en el paisaje como una combinación entre sutileza y convicción. Obras consistentes en las que nada es accesorio, nada sobra y todo ello sin que sus dimensiones lleguen a ser monumentales.
Espacio Público Teatro La Lira, Ripoll. Girona
Para finalizar, mencionar que el cortometraje Moments de Silenci de Julia de Balle y Hisao Suzuki, dedicado a sus trabajos, fue galardonado con el premio a la Mejor Fotografía FICARQ 2015, por la calidad en el uso de la cámara cinematográfica en el acto de rodar arquitectura.
Por su merecido premio, por la belleza de sus trabajos, por enseñarnos que en cada proyecto hay que buscar su ritmo, su armonía interna y respetarla al máximo, por la creatividad de su ser como artistas juntos y de manera compartida y por no olvidar las raíces propias y que la unión de todo ello pueden dar como resultado obras geniales; por ello, por todo ello nos satisface enormemente trasmitirles de nuestro agradecimiento y nuestra más cordial enhorabuena!!
