La interacción cine y arquitectura comienza cuando éste se desarrolla en el final del S XIX y es un hecho que entre ellos existe un gran paralelismo, aunque a decir verdad, el cine aglutina todo tipo de disciplinas artísticas: ya sea el teatro, la literatura o la música.
Una de las primeras sinergias cine-arquitectura se produce precisamente ante la necesidad de construir decorados. En este punto la imaginación del arquitecto o el diseñador no tendrá límites porque todo es posible. Se pueden recrear los escenarios más imaginativos desde grandes metrópolis y paisajes fantásticos, hasta mundos enteros. Con toda probabilidad, la mayoría de estos proyectos nunca habrían visto la luz, ante la imposibilidad de su construcción a escala real, en el mundo real.
En conclusión, cine y arquitectura se retroalimentan de manera constante mostrando al mundo una manera de hacer visual sin precedentes que supone todo un legado para la humanidad, que continua y que continuará…